Anónimo
¿Nunca han hecho fondue de cajita? Yo nunca lo había hecho porque tenía la firme convicción de que la fondue de cajita era un sacrilegio, sobre todo después de haber estado casada con Santi, franco-mexicano, que me regañaba incluso cuando le agregaba maizena a la fondue: “eso es de nacos”, decía. La consistencia de la fondue, según él, se obtiene mezclando ciertos quesos, los franceses NUNCA le ponen maizena a la fondue. Como resultado de esta reprimenda, procuraba que no se diera cuenta cuando le agregaba la maizena, pero igual la consistencia nunca me quedó como se debe y su fondue siempre era más rica que la mía.
Un día quedamos de cenar en casa de mi amiga a Ana y mi otro amigo Emilio iba a preparar una fondue muy mexicana, con chipotle; Emilio ese día nos dejó plantadas, nos mandó un mensaje a las 7.30 pm. para cancelar, sin más explicación. El Che y yo nos teníamos que ir a casa de Ana y ahora teníamos las manos vacías ¿De dónde sacábamos ahora la cena? El buen Che, que suele no complicarse la vida en cuestiones culinarias (sólo en cuestiones culinarias) sugirió una fondue de cajita. ¡Ag! ¡Sacrilegio! Esa no sólo tiene maizena, esa NO es fondue. ¿Cómo?, y untar la marmita con el ajo, verter poco a poco los quesos, sentir el aroma del vino blanco evaporándose, cuidar que no hierva antes de agregar las dos cucharaditas de kisch ¿Dónde estaba el goce sensual dentro de una cajita con una pasta grumosa de dudosa procedencia? No obstante, finalmente entendí que no teníamos tiempo para la sensualidad y que si queríamos llegar a tiempo a casa de Ana la sensualidad se compraría en cajita. No saben qué maravilla maravillosa; incluso a Ana, a quien se le quema el agua en el micro-ondas, logró verter el contenido del sospechoso sobre y darle vueltas a la fondue, su primera hazaña culinaria de vida de soltera. Después de aquella vez, decidí que yo podría hacer anuncios en la tele para promocionar el consumo de fondue-cajita: "Destape, vierta y disfrute", para las solteras modernas que vivimos solas, trabajamos y tenemos dates con cenas románticas en casa, que hay que preparar a la velocidad del relámpago. Imagínense la escena:
Saturada de chamba. Vas a salir tarde y lo sabías desde la mañana, por lo que decidiste llevar tu ropa más cómoda y cero pero cero sexy. Te habla la date en turno, o lo que es peor: el que sí ya quieres que deje de ser date para pasar a ser novio y nomás se ha estado resistiendo a tus encantos e intercambiándote por cualquier partido de fútbol de Gallos Blancos contra Lagartos, y te dice:
"Hola (muñeca/bombón/encanto/conejo/cursilada-cualquiera) ¿A qué hora vas a salir hoy". Y tú, hasta el tope de chamba, llamada en espera, 50 mails que contestar y 50 sin leer y te están esperando para una junta. Calculas que para terminar tus pendientes tu hora de salida tendría que ser 10 pm, pero le dices muy segura:
-"Pues, yo creo que como a las 7.30 pm, baby, (para que vea que eres internacional) ¿Por? ¿A dónde me vas a invitar hoy o qué tienes en mente?"
-"Pues tenía pensado ir al cinito o a cenar o lo que se te antoje, ¿te late?". A ti te late hasta la uña del dedo gordo del pie en ese momento, y otras partes íntimas que resulta muy poco conveniente que latan en la oficina, a punto de entrar a una junta, pero conservas la calma y dejas escapar un desinteresado:
-"¡Ah!, pues, estaría bien, ¡claro!", en tono despistado. El baby entonces responde: "Cerrado, paso por ti a las ocho". Peto tú ya no quieres eso, es hora de utilizar el viejo recurso: pelis en casa. ,
-"Babe, si te late, mejor plan casero, ¿va? Mi casa, Blockbuster, vino y cena tranquila".
Automáticamente te imaginas las velitas, la súper cena, porque tu abuelita te dijo que el camino hacia el corazón de un hombre es el estómago y tú te lo aprendiste igualito que te aprendiste que en la fuente había un chorrito que se hacía grandote y se hacía chiquito, la vestimenta sexy, la música suave, tu departamento bien arregladito y acogedor para que de ahí se pasen al dormitorio, al ritmo de la música suave. Babe se imaginó algo muy parecido: "pizza y sexo" y en el inter recordó que tiene que pasar a comprar condones; bien romántico él.
De regreso a tu realidad en la oficina, el de la llamada en espera ya colgó y era tu fabricante en Cambodia, que tiene la mercancía detenida en la aduana y estabas intentando resolver de quién era responsabilidad que esa mercancía pasara aduana y pagara impuestos. En la fábrica del proveedor camboyano, a pesar de tener 17 millones de empleados, sólo tienen UN teléfono y ahora está ocupado. Dejas tu teléfono en altavoz y le ordenas que remarque y remarque hasta que el camboyano te conteste, mientras te preparas para irte a la junta en la que llevan 20 minutos esperándote porque tú tienes el informe de las últimas ventas. Te empiezas a alistar: informe, pluma, una libretita para hacerte la que tomas nota, cuando en realidad es para dibujar monitos, y justo cuando estás por salir, el teléfono te da línea y te contesta el camboyano. Ni modo, que se espere el camboyano y te vas a la junta. En la junta te va bastante mal porque dejaste la mitad del informe debajo de tu mouse, porque alguien te robó el mouse pad de Hello Kitty. Te sales de nuevo de la junta, bajo la mirada inquisidora del CFO y el CCO, tarde y sin los reportes, pero a ti te vale madre porque vas a tener la noche, llevas dos meses saliendo con Baby, es hora de pasar a una posisicón horizontal. De regreso en la junta, cuando estás entregada a la ardua tarea de dibujar monitos en tu libreta de taquigrafía mientras el CMO explica por qué las ventas han bajado tanto, recuerdas tu atuendo y lo repasas: pantalones holgados, zapato bajo tipo mocasín, blusa cuello de tortuga, suéter encima y chongo con 2 kilos de gel. Ni cómo ayudarte. "Bueno, no importa, me arreglo súper rápido en unos 20 minutos", mentira que ni tú solita te crees, te toma una hora arregarte.
Ya saliste de la junta. Llegas a tu computadora y los mails se han multiplicado y tienes tres recados del camboyano, el último dice: “misis Gusman, ay am trayin to rich iu, plis col mi bac as sun as posibl, we jab an emeryenci, awer last chipment jas bin estopt at de customs ofis bicos tey faun some kaind of wait pouder insaid de yaquets pokets... oh! oh! iu güil jab to contact mister Yamamoto, ay am biin teiken to prison rait nau... jab a nais dei, misis Gusman”.
Crees que necesitas un tercer café. Te vas hecha la loca a buscar el café y cuando vienes entrando a tu oficina el teléfono empieza a sonar. Apresuras el paso y medio dejas la taza en el bordecito del escritorio, en el lugar más estratégico para que al momento de contestar el teléfono no haya manera de evitar que lo tires con el cable, con lo que, además, ahora tu pantalón tiene una gran mancha de café y tú te has quemado la pierna, esto no se vera nada sexy a la hora en que Babe te ponga contra la pared. Contestas sólo 7 mails, porque además tienes abiertas unas 4 pantallas de chat, en las cuales estás instalada en la banalidad con tu amiga de la oficina, a la que, por supuesto, viste ayer y está a tres oficinas tuyas.
-"¿Y qué te vas a poner? ¿Y a qué hora va a llegar a tu casa?"
- "Primero necesito poder salir de aquí, pensaba ponerme el vestido rojo, pero se supone que son pelis en casa, ¿no aplicaría mejor unos pants? Así, casual pero súper sexy ¡Ah! Por cierto, ¿conoces algún abogado penalista? Creo que vamos a necesitar uno por un gran problema que tendremos en la aduana, luego te cuento bien porque aquí todo el mundo me interrumpe".
6.45 pm. y ya ni cómo localizar al otro camboyano ¿Qué hora es en Camboya?
-“¿Alguien sabe cuántas horas hay de diferencia entre México y Camboya?”, gritas desde tu oficina pensando que afuera todos tus compañeros de trabaho tienen Google integrado; nadie te pela. Por ahí escuchas una vocecita, a lo lejos: “¿Licenciada, yo ni sé qué es Camboya?” Pues ya, te vale, mañana será otro día. Sales dejando muchos pendientes y una conversación interesantísima sobre las propiedades del rimel de hueso de mamey con tu amiga en el chat. Hora pico en la ciudad más grande del mundo, el reporte de la Red vial pronostica que todas las avenidas que llevan a tu casa estarán o saturadas y cerradas por alguna marcha. No sabes por qué te imaginaste que llegarías a tu casa en 10 minutos, como si viviéramos en Camboya, y te daría tiempo de ir al súper y preparar un filete Wellington. Pues no reina, no. La huelga del Peje sobre Reforma ha logrado congestionar Periférico, lo que ha hecho que Revolución, Insurgentes, Patriotismo y curiosamente hasta avenida 100 metros vengan a vuelta de rueda. Llegas a tu casa corriendo a las 7.30 pm., lo que te da un total de fabulosos 30 minutos para preparar la deliciosa cena, tender tu cama, recoger toda la ropa interior que está colgada en tu baño, lavar los platos de la cena de ayer y el desayuno de hoy, bañarte, quitarte los 2 kilos de gel del pelo para soltar tu sensual cabellera, perfumarte, maquillarte, poner la mesa, sacar al vajilla de Bavaria, las copas de cristal cortado y el mantel de hilo de oro. En ese momento tienes que decidir: ser sexy o preparar filete Wellington. Finalmente los consejos de la abuela te valen gorro, le vas a llegar al corazón por un atajo: tus hermosos senos con un wonder-bra de encaje negro. Y si no llegas hasta el corazón, pues ya a estas alturas te vale un pepino, siempre y cuando llegues a la cama y Baby sepa dónde está el clítoris.
Corres al súper, arreglada y sexy con lo poco que pudiste hacer por ti misma en media hora. Llegas con la firme convicción de que vas sólo a la panadería y a la sección de artículos gourmet por una charola de fiambres y olivas, pero imposible llevar a cabo tan complicada empresa si en la entrada del súper te ponen: tazas con Brujas por Halloween, unos floreros que quedarían perfectos con el lucky bambú que te regaló Andrea, una amplia gama de chocolates y un letrero imperdible que dice: “dos por uno en todos los cosméticos”. Te acercas triunfante a la caja con dos floreros, unos chocolates en forma de corazón (un poco de romance a esta date tan sexosa), dos rimeles, dos maquillajes, dos rubores, dos lápices para delinear la boca, una taza de café con una bruja montada en su escoba y su respectivo platitos, tres bolillos y, ¡una fondue de cajita! Lo lograste, en casa a las 8:07 pm. y Baby llegó un poco tarde. Te dio tiempo hasta de aventar la tazas nueva debajo de tu cama y ya estás rebanando el pan.
“Destape, vierta y sirva”. Deliciosa tu cena. Al final de cuentas él esperaba pizza y sexo.
Besos y estrellas,
A.
“Destape, vierta y sirva”. Deliciosa tu cena. Al final de cuentas él esperaba pizza y sexo.
Besos y estrellas,
A.
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